La pesca al lanzado, tal como la conocemos actualmente, es
un procedimiento relativamente moderno, de finales del siglo pasado, aunque en España
no comenzó a practicarse antes de 1940, y aun así con bastantes limitaciones.
Aunque su práctica era conocida en algunos lugares, su verdadera
difusión no llegó hasta la aparición del carrete de tambor fijo y el
monofilamento de nylon.
Esto, junto con la aparición de las fibras sintéticas en la construcción
de cañas, permitieron el poder evitar cebos o señuelos a distancias hasta
entonces inimaginables.
La pesca al lanzado es una técnica más que un procedimiento,
porque dentro de la técnica del lanzado pueden establecerse diferentes
procedimientos de pesca; así podemos pescar con cebos naturales, con
artificiales, con mosca o incluso con flotador, todo depende de la armonía de
los componentes de su equilibrio.
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